A pesar de que los servicios de transporte por aplicación como Uber, Lyft y DiDi se han extendido a la mayoría de los países del mundo, en Venezuela todavía no han llegado debido a la difícil situación económica que enfrenta el país, agravada por las sanciones impuestas por Estados Unidos.
El sistema de transporte público en Venezuela está conformado por empresas públicas y privadas que han sufrido un notable deterioro. En Caracas, algunos autobuses han quedado fuera de servicio debido a la falta de repuestos o mantenimiento, mientras que el sistema de metro a menudo no funciona. Además la migración de clientes de la clase media a otros países ha reducido significativamente el número de taxis en la ciudad.
Dada la situación actual, la tecnología se ha convertido en una herramienta para mejorar la movilidad de los ciudadanos. Esta proporciona una forma segura y cómoda de transporte, lo que contribuye a que los ciudadanos puedan disfrutar de la ciudad con mayor tranquilidad.
En respuesta a la problemática del transporte en Venezuela, en marzo de 2021, Gersón Gómez y Ramón Rodríguez fundaron Ridery, una aplicación de movilidad similar a Uber. Actualmente, Ridery se encuentra disponible en 12 ciudades del país y se puede descargar fácilmente desde la tienda de aplicaciones de iOS y Android.
Esta empresa no solo brinda empleo a más de 15,000 conductores en Venezuela, sino que también se enfoca en ofrecer oportunidades de trabajo inclusivas y equitativas para su equipo. Además de los beneficios que reciben los conductores para contribuir a su desarrollo profesional y personal, Ridery también apoya causas sociales que promueven el bienestar y el apoyo a las comunidades, lo que la convierte en una empresa con un profundo impacto social.
La filosofía de la empresa ha sido fundamental para su éxito en Venezuela, donde el salario no es el único factor que influye en la satisfacción laboral de los trabajadores. La empresa confía en la calidad humana y la disposición de los ciudadanos del país, lo que ha sido clave para establecerse y prosperar en un entorno empresarial a menudo desafiante.
La seguridad de los usuarios es una de las principales prioridades de Ridery, lo que la diferencia de otras plataformas de transporte en Venezuela. Para garantizar la calidad y excelencia del servicio que ofrecen, los conductores deben pasar por un riguroso proceso de certificación de tres niveles.
Este proceso incluye una completa entrevista, verificación de datos y documentación, así como una revisión mecánica del vehículo. Además, deben tomar una capacitación sobre el uso de la plataforma, lo que asegura que los conductores brinden un servicio seguro y de calidad a sus usuarios.
Ridery ofrece múltiples opciones de pago para la comodidad de sus usuarios. Entre ellas se incluyen Zelle, Pago Móvil, Efectivo en divisas y Tarjeta Internacional, lo que brinda una gran flexibilidad a la hora de realizar pagos. A su vez, cuenta con una opción de Wallet que permite a los usuarios realizar recargas previas y utilizarlas para pagar sus viajes. En caso de no contar con cambio al pagar en efectivo, el monto sobrante se puede abonar a su Wallet, lo que brinda una alternativa adicional a los usuarios. Estas opciones de pago ofrecen una experiencia cómoda y segura.
La tecnología de la aplicación permite una conexión más eficiente entre las personas, lo que resulta en una gran ventaja para sus usuarios. La mayoría de ellos son personas jóvenes menores de 30 años, que se sienten cómodos con el uso de aplicaciones tecnológicas similares.
Hasta la fecha, la aplicación ha registrado 250 mil descargas en Venezuela, con 10 mil viajes semanales en Caracas y 4 mil en Barquisimeto. Con un promedio de tiempo de espera de solo 5 minutos, y una tasa de clientes recurrentes del 48% al mes, queda claro que el servicio ha sido bien recibido por los usuarios en el país.
Ridery, al igual que otras empresas, está abriendo las puertas a miles de personas para que tengan nuevas oportunidades de empleo y puedan mejorar sus ingresos y la calidad de vida de sus familias. Sus fundadores son un ejemplo del futuro de los negocios en Latinoamérica, demostrando que la tecnología, la resiliencia y el trabajo en equipo pueden tener un impacto transformador en la realidad de todo un país.