Llega la época de rebajas y con ella los tumultos, las peleas y la remanida imagen de la apertura de puertas de los grandes almacenes. Sólo con verla parece increíble que no haya ninguna baja seria con esas caídas.
Es cierto que las rebajas son un lujo que nos ofrece la posibilidad de comprar a un precio inferior un producto que antes era más caro. Quién no ha dicho “espero a las rebajas y me lo compro…”. Pero tampoco hay que cegarse. Para no caer en esa ceguera, lo mejor es seguir unos cuantos consejos.
Preparación previa
El consejo que se repite todos los años en todos los periodos de rebajas, pero que es básico cuando vamos a gastar dinero: hacer una lista de necesidades y fijar un presupuesto. Es decir, lo mejor cuando sales de tu casa es ir con la previsión de lo que vas a comprar, lo que necesitas y por lo que te has decidido a salir de casa y meterte en el follón. Es cierto que te encontrarás alguna ganga que no puedas evitar comprarte, pero contrólate y cíñete a las necesidades que habías previsto.
Es que ver tanto producto y tanto precio tachado vuelve loco a cualquiera; así que, antes de liquidar tu presupuesto antes de que te des cuenta. Por eso es necesario sangre fría y aferrarte a tu lista por encima de todo.
En previsión, también es bueno conocer los precios reales de los productos que quieres. Una buena manera es verlo en las tiendas online, así tienes una idea de lo que realmente estás ahorrando y si te compensa o no comprarlo.
Una vez en la tienda
Allí, en plena vorágine consumista, debes tener varias cosas claras. La primera es que porque esté rebajado no tienes por qué aceptar que el producto esté en mal estado. De hecho, el comerciante tiene la obligación de ofrecer el producto de calidad y tiene que haber estado al menos un mes a la venta antes del periodo de rebajas. Para eso es una buena idea revisar las etiquetas y ver que todo está en orden.
Lo segundo es que tus derechos no se alteran por estar de rebajas. Me refiero a que el consumidor tiene los mismos derechos en cualquier época del año, ya sea Navidad, verano, otoño o primavera. Por ejemplo, tienes derecho a devolver el producto igual que si no estuviese rebajado (salvo que en periodo normal no se aceptase la devolución; infórmate siempre de esta posibilidad), puedes pagar con tarjeta de crédito o exigir el ticket de compra.
La garantía es de dos años, sí o sí. Es normal que el vendedor te regale los oídos diciéndote que, además de todo lo bueno que tiene lo que te quiere vender, tiene ¡dos años de garantía! Pues ese periodo, dos años, es lo que tienen por ley todos los productos; y la propia ley remarca que esto no varía en el periodo de rebajas.
Así que recuerda que las rebajas tienen un lado oscuro y que no te debes dejar arrastrar por él.