Cólera: enfermedad epidémica aguda de origen bacteriano, caracterizada por vómitos repetidos y diarrea intensa. Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Consultado en http://www.rae.es/rae.html
Yo diría que es peor la cólera social, donde individualmente el miedo hace ajena nuestra libertad y avasalla todos los pensamientos en los que nos estamos atreviendo a algo, una cólera que nos hace quedarnos nulos si de ir por otro camino se trata, y donde a veces no es el estómago, sino los sentimientos los que se retuercen con desasosiego cuando estamos frente a algo nuevo.
Ahora, cuando el emprendimiento parece ser el antídoto a ese letargo colectivo, y parecemos haber encontrado un nuevo momento en nuestra conciencia, nuevos caminos comienzan a plantearse y antiguas fórmulas parecen haber dejado de ser la respuesta: “estudio + trabajo = éxito”, así que ¿por qué no reemplazarla por “voluntad + disciplina + conocimiento = desarrollo? ¿Y si así como la cólera social se contagia, existe una transmisión benévola en el aire de “vamos a hacerlo” y que muchos han bautizado bajo el verbo de EMPRENDER?
Es posible que el emprendimiento tome otras formas y sea más que una respuesta contemporánea a todos nuestros intentos pasados por creer en el propio valor, que sea más que iniciativas, acabativas y otras maneras que existen de despertar individual y colectivamente. Es posible que emprender, más que un camino, sea una transición mental, y más que una cura al miedo, al cólera social, represente un aire distinto que llegue y esté latente cada día.
Emprender en tiempos de cólera es romper con las objeciones, con los reparos y las discrepancias, es un acto revolucionario en una zona muy pequeña, cómoda y tranquila donde siempre pasa lo mismo y hay cierto grado de protección: la zona de confort. Es replantearse los pensamientos, las sensaciones, los sentimientos y las acciones. Es sin duda algo que a veces cuesta, que a veces duele, y que definitivamente habla de nuestro propósito inmaterial en la vida: crecer.
