Una buena manera también de ahorrar es mediante la cocina económica. El objetivo de este tipo de cocina consiste en ahorrar tiempo cocinando y dinero aunque comiendo de todo y de forma sana.
Hay muchas prácticas que nos pueden ayudar a ahorrar en la cocina. Una práctica muy común es comparar los precios de los productos en los distintos supermecados para buscar la mejor calidad al mejor precio, eso si, sin dejar de lado la necesidad de comer de forma sana y saludable.
Cómo ahorrar en la cocina
Lo primero a la hora de ahorrar es hacer una compra planificada, hacerse una lista de lo que queremos comprar para ir a tiro hecho en el establecimiento y no recorrerlo todo, porque en la mayor parte de los casos, compramos cosas que en realidad no necesitamos. Además, si tenemos hecho un menú diario y semanal sabremos que es lo que necesitamos en nuestro frigorífico.
La compra de productos de temporada también es una buena opción por la que podemos decantarnos ya que estos productos son más baratos y más frescos. El incluirlos dentro de nuestro menú es una buena manera de introducir dentro de nuestra dieta alimentaria todo tipo de productos y además ahorraremos algo de dinero para destinarlo a otras cosas.
Por otro lado, hay que evitar la compra de alimentos que no son extrictamente necesarios y que, a fin de cuentas, son un capricho. La buena conservación de los alimentos también es muy importante, si sabemos preservar bien la comida, nos durará más y por consiguiente no la vamos a tener que tirar porque se haya puesto mala.
En lo que si que no hay que reparar en gastos es en el aceite. El aceite debe ser de oliva, el resto se queman con facilidad y no se puede reutilizar, además de ser también más calóricas y de no poseer ciertos nutrientes que si tiene el de oliva.
Recetas económicas
Actualmente existen distintos cursos sobre cocina económica, comiendo de formar sana pero sin gastar mucho dinero. Este tipo de cocina busca hacer platos sabrosos sin productos demasiados caros. Esto no implica que el plato vaya a ser menos sabroso, ni mucho menos.
Dentro de este tipo de cocina se incluyen también las recetas de platos nuevos con sobras de comida, algunas de las recetas que se incluyen son por ejemplo las croquetas a base de restos de carne o pescado, calabacines rellenos de carne o arroz, rollitos de ensaladilla o cualquier otra cosa que tengas por el frigorífico.