La llegada de un nuevo año siempre trae el planteamiento de nuevas metas, entre ellas financieras. De frente a lo sorpresivo que resultó 2020 en materia económica, expertos de Principal México recomiendan tomar este año como un aprendizaje a fin de considerar la prevención y estabilidad financiera como una prioridad.
Por este motivo, antes de que pase más tiempo de este nuevo año, asegúrate de avanzar bajo la planificación adecuada. Organiza el uso de tus finanzas a fin de que puedas sortear cualquier escenario y cumplir tus objetivos. La forma más sencilla de lograrlo es a través de un presupuesto que guíe la relación entre tus gastos e ingresos, cuidando que los primeros no comprometan a los segundos.
¿Cómo armar un presupuesto?
Una clave es dividir tus ingresos con la regla 50-30-20, en donde 50% corresponde a gastos fijos, 30% gastos variables y 20% para el ahorro. Para poder realizar con éxito esta fórmula, debes evitar lo siguiente:
Poner metas poco reales
No dejes que tus deseos te dominen y apégate siempre a tus posibilidades económicas. Por ejemplo, si en tus propósitos está ahorrar para adquirir un nuevo producto o la remodelación total de tu casa, busca opciones para que los gastos de este proceso no intervengan con tu capacidad de pago de tus otras responsabilidades.
Tener metas que son de corto plazo únicamente
Utiliza este 2021 para comenzar hábitos financieros útiles para el resto de tu vida. Establece metas sobre cómo ahorrar para un plazo mayor, ya sea para una propiedad o comenzar un plan de ahorro para tu retiro; que, aunque no culminara durante este periodo, tendrán beneficios financieros que te ayudarán durante este y los siguientes años.
Olvidar los servicios financieros
Utilizar servicios como un fondo de inversión para resguardar tus ahorros, te ayudarán a cumplir el objetivo de tener metas financieras a largo plazo. Hacer uso de servicios formales, además de evitarte la tentación que provoca tener el efectivo en las manos, puede traerte beneficios como un rendimiento para tus recursos.
Dejarlo en el olvido
Si ya le dedicaste tiempo a la planeación, no lo pierdas durante su ejecución. Apégate lo más que puedas a tu presupuesto financiero y no caigas en gastos provocados por las tentaciones de temporada, a menos que te hayas preparado para ellos. Cuídate de gastos que parecen inofensivos y que en realidad son acumulativos, como los pagos a meses diferidos que, al final, terminan por sumar una gran cantidad junto a otros que se adquieren del mismo modo.
Perder el registro de los gastos adicionales
En caso de gastar en cosas que no sean parte de tu plan inicial, guarda los recibos. Además de ayudarte a tener el control de tus pagos, éstos te ayudarán a definir en el futuro tus nuevas prioridades y servirán como un punto de referencia del gasto a considerar.
Ahorrar sólo lo que sobra
Dale al tema la importancia que merece y ahorra, al menos, el 20% de tus ingresos. Si está en tus posibilidades, atrévete a cambiar la fórmula y destina una mayor cantidad. Por ejemplo, invirtiendo el porcentaje del ahorro con el de gastos variables, para que sean 30% y 20%.