La red social de Twitter ha sido utilizada durante años como un muro para diversas quejas y acusaciones de diversos mandatarios del mundo. Siendo Donald Trump uno de los más famosos en hacerlo.
Días atrás, el presidente de los Estados Unidos indicó tener un “botón nuclear más grande y poderoso” que el del líder norcoreano Kim Jong-un. A este tuit, activistas reaccionaron ante la sede mundial de Twitter en San Francisco con el mensaje “@jack es cómplice”.
Los mensajes se trataban de una crítica al fundador de Twitter, Jack Dorsey, quien ha sido llamado como cómplice de Trump por hacer caso omiso a las peticiones de cerrar su cuenta. Pues, estos aseguran que Trum viola los términos de uso de la plataforma, por causar amenazas por medio de lenguaje violento y refiriéndose ante una guerra nuclear.
Ante estas denuncias, Twitter se manifestó:
«Twitter está aquí para servir y ayudar a avanzar en la conversación pública global. Los líderes mundiales elegidos desempeñan un papel fundamental en esa conversación debido a su enorme impacto en nuestra sociedad.
Bloquear a un líder mundial desde Twitter o eliminar sus controvertidos tuits ocultaría información importante que las personas deberían poder ver y debatir. Además, no silenciaría a ese líder, pero ciertamente obstaculizaría la discusión necesaria sobre sus palabras y acciones.
Revisamos los tuits de estos líderes dentro del contexto político que los define, y hacemos cumplir nuestras reglas en consecuencia. La cuenta de ninguna persona impulsa el crecimiento de Twitter o influye en estas decisiones. Trabajamos duro para mantener la imparcialidad con el interés público en mente».