De seguro conoces a alguien que odia su trabajo, que se levanta cada día sin ganas de salir de nuevo a la rutina o martirizado por su actual empleo, o puede que esa persona seas tú. En cualquiera de los casos debes leer este artículo.
Las personas que pasan por las situaciones antes mencionadas pasan el tiempo revisando cuantos días faltan para el fin de semana, para el fin de mes, de año, las vacaciones y hasta el fin de su carrera para poder jubilarse y olvidar por completo el martirio en que se ha convertido su vida laboral en determinada empresa u oficio.
Nunca es muy tarde o muy pronto para cambiar
En muchas ocasiones, las personas por diferentes razones, se gradúan de algo que les gusta y terminan trabajando en otra cosa porque en determinado momento no encontraron el empleo que querían y decidieron conformarse con otra cosa. Con el paso del tiempo a la mayoría de estas personas se les puede preguntar cómo se sienten con su trabajo y la respuesta es la misma: “No me gusta, pero me pagan bien, algún día trabajaré en lo que me gusta”.
Hay personas que piensan que quizá más adelante el empleo que no les gusta ahora terminará gustándoles y que es muy pronto para dejarlo, por otra parte, están las personas que creen que ya son muy viejas para dejar eso que no les gusta y buscar algo con lo que realmente se sientan a gusto. En ambos casos, las personas ganan dinero, pero sacrifican sus verdaderas pasiones y gustos.
Un reto para que te atrevas a cambiar
Esto es para que comiences a analizar si de verdad debes seguir en tu trabajo o no, es algo realmente muy sencillo pero que te sorprenderá y si es necesario te ayudará a tomar la valiente y necesaria decisión de cambiar. El reto es el siguiente:
Toma un papel y anota cada vez que dices frases como: “me gustaría”, “quisiera poder”, “me hubiera gustado”… y debes tener en cuenta que cada vez que dices alguna de estas frase u otras parecidas estas a punto de inventar o decir alguna excusa del porque no estás trabajando en algo que de verdad te apasiona.
Meter tus sueños en frases como “Algún día” es como si estuvieras esperando que tus sueños se hicieran realidad por arte de magia, y muy bien sabemos todos que si no te esfuerzas y trabajas duro, no lograrás aquello que tanto anhelas.
Toma la decisión de cambiar ahora y ve tu empleo como un punto de partida y no como la recta final de tu camino.