El pasado mes de mayo, un estudiante universitario en la ciudad de Medellín le hizo una broma a su maestro mientras este intentaba dar una clase virtual. Cuando el profesor de avanzada edad trataba de dar su clase, el estudiante le pidió que oprimiera la tecla ctrl f4, supuestamente para activar el micrófono.
Haciendo caso a la sugerencia de su alumno, el maestro hizo lo solicitado y luego salió de la videollamada, desatando las risas de los demás estudiantes que estaban en la clase virtual ya que la funcionalidad de estas teclas son para abandonar una videollamada en línea.
El hecho fue muy criticado, ya que según el hijo de este maestro, no fue nada fácil para su padre adaptarse a esta situación extraordinaria en la que vivimos a causa del COVID-19, además dijo que su padre nunca asiste a una clase sin prepararla con rigor y en esta contingencia sanitaria se ha exigido mucho más en su preparación.
Casos como el anterior, muestran los vacíos que tienen las instituciones educativas a la hora de implementar la educación virtual y la llegada de la pandemia, ha obligado a que tanto las instituciones educativas como las públicas deben buscar estrategias para seguir dando clases en línea y evitar retrasos en los calendarios académicos.
Según la UNESCO, la llegada del coronavirus ha traído varias consecuencias sociales y económicas para las diferentes regiones afectadas como son el aprendizaje interrumpido, mala nutrición ya que muchos niños se alimentan de las comidas escolares, confusión y estrés para los maestros, entre muchos otros factores.
Es así como las instituciones educativas deben implementar nuevas formas para que tanto estudiantes y maestros puedan contar con los conocimientos necesarios para poder dar y recibir el conocimiento de la mejor manera. Es por eso que las instituciones deben tener en cuenta estos cinco consejos a la hora de implementar la educación a distancia.
La resistencia al cambio
Todo cambio o crisis al final supone nuevos aprendizajes y, frente a esta contingencia, la experiencia de quienes con antelación desarrollaron modelos online han entendido la oportunidad y para los demás ha sido un reto continuar con las clases, es así como se deben buscar plataformas adecuadas para que la implementación de las clases virtuales sea un proceso menos traumático y más eficiente.
Flexibilidad en contenidos
Al acelerar la adopción de herramientas para la enseñanza a distancia hizo que las instituciones vieran que llegó la hora de transformar la forma de entregar los contenidos, pero deben definir cómo hacerlo. No se trata simplemente de subir el mismo material de una clase presencial a una plataforma de internet. Es mucho más. Se trata de desarrollar contenidos y modelos educativos para que se adapten al mundo online.
Entrenamiento a docentes
Hoy en día existen más barreras humanas que en la tecnología, las herramientas son cada vez más fáciles de usar e intuitivas, pero para romper dichas barreras se requiere una herramienta amigable que con un entrenamiento básico y en pocas horas los profesores puedan orientar una clase con aplicativos virtuales a la perfección.
Trabajo colaborativo
En el proceso de adaptación a la educación online primero está escoger el software, luego adaptar el contenido y posteriormente lograr una interacción adecuada y no es lo mismo subir archivos de forma mecánica a que las plataformas sean colaborativas y participativas con dinamismo. La educación a distancia facilita el acceso a grupos, chats, debates, foros, tutoriales y prácticas que enriquecen el conocimiento.
Fortalecer el seguimiento de cada estudiante
Las instituciones deben entender que hay múltiples plataformas que ofrecen la posibilidad de analizar la información y los contenidos que recibe cada estudiante, donde puedan llevar un control de los contenidos que están aprendiendo en las diferentes clases y así aprovechar esos recursos educativos para que puedan ser recibidos de la mejor manera posible.