Contrario a lo que puedes estar pensando, el lugar más rico del mundo no se encuentra en un país. No es una ciudad o un pueblo, el lugar más rico del mundo es el cementerio.
En un cementerio se encuentran enterrados millones de sueños de las miles de personas que no se atrevieron nunca a dar el paso para alcanzar sus metas, allí están los miles de inventos, libros e historias que jamás fueron escritos, esas brillantes ideas que las personas no llevaron a cabo por miedo o por no contar con alguien que los apoyase murieron con ellos.
Intenta mil veces si es necesario
Intenta no solo mil, sino dos mil, un millón de veces hasta que alcances tu objetivo, lucha por tus sueños, no permitas que nadie calle tus ideas, proponte cada día dar un paso hacia el futuro que deseas y no le des a nadie la oportunidad de verte derrotado.
Mueres el día en que dejas de luchar por tus sueños, cuando te das por vencido y caes en la rutina, cuando aceptas un trabajo con el que no te sientes cómodo solo porque piensas que nunca lograrás algo mejor.
Tu eres el único responsable de ti, nadie es culpable de si logras o no los objetivos de tu vida, tú mismo, eliges y forjas tu camino, así que levántate y toma las riendas de tu vida. Sueña, ama, cae y vuelve a levantarte porque la vida está llena de esos pequeños momentos que están cargados de importantes lecciones que serán determinantes en tu vida.
No te quedes lamentándote porque hoy algo no salió como esperabas, analiza lo que te faltó o lo que salió mal y mañana inténtalo de nuevo con más fuerza y entusiasmo, se tu mismo tu apoyo, prepárate para ser grande y cree en ti mismo porque si tú mismo no lo haces nadie más lo hará.
Deja el miedo de un lado, atrévete a hacer esa llamada que has estado posponiendo, enfrenta a la persona que te quiere humillar, déjale claro al mundo que viniste a él para triunfar, para que te reconozcan y para alcanzar todo lo que te propones, si tú crees en ti el mundo comenzará a confabular a tu favor.
Da gracias por cada día vivido, por la oportunidad de intentarlo una vez más y no te avergüences por las caídas, pues mañana gracias a cada una de ellas serás una persona más sabia.
No dejes que el cementerio se haga más rico gracias a tus sueños e ideas, lucha por hacerlos realidad.