La decisión de iniciar nuestro camino por las cosas u ocupaciones que amamos es, por así decirlo, lo ideal. Pero no siempre es lo que pasa, ni lo más indicado. Aun cuando éste suele ser el consejo de muchos expertos motivacionales, no siempre es la mejor forma de emprender nuestra ruta hacia la meta de vida.
Muchos se quedan estáticos ante esta disyuntiva. Ni avanzan, ni retroceden, esperando la oportunidad de hacer lo que verdaderamente aman. Amar lo que hacemos, ni es necesario ni determina el éxito de tu emprendimiento.
Utopía
Personalidades del mundo empresarial como Steve Jobs, en su reconocido discurso ofrecido en Stanford (2005), asegura que la clave del éxito estaba en “amar lo que se hace”. Obviamente, resultaría lo más idóneo y a muchos les ha funcionado esa fórmula.
Pero resulta utópico o engañoso pensar que los hombres y mujeres de éxito aman lo que hacen, o empezaron su camino al éxito haciendo precisamente lo que decían amar. En la mayoría de los casos, no es cierto.
Exitosas iniciativas
Como una muestra de ello, los fundadores de la empresa Uber, Travis Kalanick y Garrett Camp, emprendieron su proyecto porque odiaban tener que hacer magia para encontrar un taxi en San Francisco, lo cual era casi una misión imposible.
La empresa no surgió porque amaran el servicio logístico de traslados urbanos. No, todo lo contrario. Odiaban tanto tener que sufrir para hallar un taxi, que la idea vino a sus mentes y ¡voilá! Hoy la historia es otra para Kalanic y Camp.
¿Dónde surge el amor?
Como ellos, hay miles de casos similares, y miles de empresas creadas por motivos muy diferentes a la romántica idea de amar lo que se hace. A veces, el amor surge de encontrar mejores formas de hacer las cosas, a como las habíamos imaginado.
Como en cualquier relación, el amor surge al paso del tiempo. ¡Sería maravilloso que fuese desde el principio, o iniciar amando! Pero en la mayoría de los casos nace con el tiempo, por senderos nunca antes explorados y menos aún concebidos.
Lo que sí es necesario, en cambio es creer en lo que haces. De esta manera, pronto te encontrarás avanzando hacia la meta y alcanzando nuevos objetivos, quizás nunca antes soñados por ti.
Por tanto, cree en ti, ejecuta y avanza. Pronto te hallarás amando lo que haces o emprendiendo nuevos caminos. ¡Adelante!