El emprendimiento es un tema que se ha instaurado en el diario vivir de las personas, desde el colegio ya se pueden encontrar asignaturas en los currículos referentes a este, las universidades exigen proyectos innovadores y más curioso aún se pueden encontrar infinidad de cursos de todos los precios que le prometen ser el emprendedor más grande de todos los tiempos.
Esta “sobre exposición” termina por atiborrar al ser humano y genera todo lo contrario de su propósito inicial, desmotivarlo a ingresar al mundo del emprendimiento o engañarlo con mentiras y falsas promesas sobre su futuro.
Millones de personas, incluyendo los medios y las instituciones educativas llevaron a un nivel máximo de desgaste el emprendimiento, con una terminología que carece de sentido, que únicamente busca lucir atrayente para el ojo, pero sin bases sólidas que respalden alcanzar la utopía promocionada.
Palabras como innovación, liderazgo y globalización se repiten minuto tras minuto en todos los idiomas, las personas terminan por olvidar su verdadero fin y empiezan a pronunciarlas como parte de un discurso pre-armado, que las haga lucir como intelectuales aunque en el fondo ni siquiera sepan exactamente qué significa emprender.
Actualmente si quiere convencer a alguien sobre una idea, no debe olvidar agregar en su léxico palabras como cultura digital, mundo tecnológico y hábitos, de seguro sus seguidores pondrán cara de interesantes y asentarán con la cabeza mientras lo miran a los ojos, le harán crecer su ego, hasta tal punto que usted olvidará que en verdad no sabe nada y terminará por creerse el Steve Jobs del ahora.
Esta situación resulta más que graciosa, preocupante, el verdadero significado de emprender se disuelve en el aire y ahora un intento frustrado de coach se llena la boca de mentiras prometiéndole alcanzar la felicidad y libertad financiera “siendo su propio jefe”
Hoy en día es totalmente normal entrar a cualquier red social, en especial Facebook y encontrar una infinidad de solicitudes de amistad de personas que usted nunca ha visto en su vida, tenga mucho cuidado como proceder ante esta situación, si por error usted acepta alguno de estos «vendedores de biblias» ¡CORRA!
Todo comienza con un: «hola, gracias por aceptarme, ¿te puedo hacer una pregunta?», si, de manera increíble todos proceden de la misma manera, ¿acaso esto lo haría un emprendedor de verdad? seguramente no. luego de este mensaje ya no hay marcha atrás, usted ha caído en las garras de «los nuevos líderes» que tienen de todo menos de exitosos.
Se recomienda ignorarlos y si es posible elimínelos para que estos «cazadores» no sigan multiplicándose en sus plataformas sociales, a no ser que usted quiera correr el riesgo y termine metido en una red donde los ricos se hacen más ricos y usted sigue igual pero endeudado, esperando que ese nivel diamante tan anhelado llegue.
Aunque usted no lo crea existe una peor situación, cuando uno de sus amigos va por usted cuál tiburón a su presa, «hola, estoy desarrollando un proyecto personal y veo que usted cumple con todo el perfil de lo que requiero, veámonos en un café y le cuento la idea, no se va a arrepentir», lo que si se rescata de estas personas es su espíritu de persistencia y tolerancia al rechazo, por más que les diga que no, ellos más insistirán.
Emprendimiento según la Real Academia Española, es la acción y efecto de emprender, iniciar un camino lleno de altibajos pero que con constancia lo llevarán al éxito, este requiere disciplina, sacrificios e inversiones, emprendimiento es un estilo de vida no un manual paso a paso de cómo ser exitoso.
No existe un molde que lo convierta en un emprendedor, cada una de esas personas que usted ha visto triunfar con una idea han recorrido caminos, que aunque pueden tener similitudes en algunos aspectos, son distintos y por mucho, tenga por seguro que lo que le pudo funcionar a alguno, aplicado a otra iniciativa lo conduciría al fracaso.
Claro está, es importante tener referentes que lo guíen en sus proyecciones, pero estos no deben ser los únicos temas en los que se debe centrar, recuerde que usted mismo es quien construye su historia, los demás ya lo hicieron.
Un emprendedor conecta el cerebro con el corazón, requiere de pasión y entrega, deja de escudarse en el poder de la palabra y va a la acción, no luce como alguien exitoso, lo es.