Para la mayoría de personas resulta tedioso el hecho de tener que responder a los correos electrónicos que llegan a su cuenta y por eso solo le limitan a contestar aquellos correos provenientes de sus jefes o alguno otro que clasifique como interesante.
Ahora vas a comenzar a ver a ‘responder los correos electrónicos’ como una acción que influye positivamente en nuestra productividad como emprendedores al manejar el arte de los correos.
El arte de los correos electrónicos
El correo electrónico se ha convertido en uno de los medios de comunicación que más utilizamos diariamente para casi todo, desde un mensaje de la oficina hasta como una campaña de marketing, es por esto que al subestimar su poder o utilidad nos puede jugar en contra.
Por esta razón es necesario que veas a los correos como una herramienta poderosa, solo debes comenzar a ver la bandeja de entrada del correo como un centro de procesamiento de información.
Cada correo que llega, independientemente cual sea su fin, te ayudará a determinar que es prioritario y cual no, por esto debes iniciar creando carpetas para clasificar lo que recibes, por ejemplo, trabajo, escuela, ofertas, promociones. Esta clasificación te ahorrara mucho tiempo.
Cuando vayas a responder un correo debes presar suma atención a la redacción, por lo general las personas no leen la información por completo, por lo cual debes ser conciso con el mensaje que deseas enviar.
Algunos expertos recomiendan que la estructura del correo responda las preguntas ¿qué? Y ¿por qué?, de esta manera tus correos se convertirán en prioridad para otros.
Los cambios
El objetivo que tiene al contestar un correo con los anteriores pasos es adquirir ese elemento que necesitamos cada día y de esta manera hacer que nuestras tareas sean más sencillas y rápidas de desarrollar, el contestar un correo de forma correcta nos convierte en expertos de comunicación concisa.
Además, cuando lees y contestas todos tus correos no pierdes aquella información importante y a vez aprendemos a ahorrar tiempo para otras tareas.
