Alcanzar el éxito puede resultar imposible o por el otro lado, la cosa más fácil del mundo, pero esta discrepancia tiene dos vertientes: Si para ti, como emprendedor te cuesta lograr tus sueños, podríamos casi adivinar que no te gusta conversar sobre tus proyectos y metas, o por el contrario, si eres de los que expone tus puntos de vista la mayoría de las veces, podrías tener fallas en el camino hacia la victoria.
¿Es que acaso es malo hablar sobre tus sueños y metas? No, sin embargo, al conversar sobre ello sería casi imposible materializarlos, ya que mientras más lo expongas con tus familiares, amigos o clientes, menos oportunidad tendrás para cumplirlo. De allí nace la frase “las acciones dicen más que mil palabras”.
Pérdida del norte
Cuando se intenta comenzar un nuevo negocio, el camino del éxito puede verse lejano y con muchas dificultades, sin embargo, está en ti como emprendedor que luches hasta el último minuto para materializar y observar todos los objetivos que tengas en mente.
No obstante, el hablar constantemente de tus proyectos podría alejar cada vez tus metas, debido que mientras más lo converses, menos se van a realizar, ya que te cierras a nuevas ideas y propuestas, aunque, debes mantenerte tranquilo, debido que esto le sucede a la mayoría de las personas. Solo debes permanecer callado y escuchar lo que los demás tienen preparado para ti.
Y si aún considera que tus ideas y propuestas son mucho mejores que los demás, debes saber que aprenderás más de las opiniones de terceros que por tu misma voz interna.
Materializa tus sueños
Por otro lado, si no te convence la idea de permanecer callado, con este simple ejemplo te quedaría más claro lo que intentamos explicarte:
Supongamos que tienes problemas con tu pareja o esposa, con el hecho de decirle “te amo” no se solucionan los problemas, aunque podría ser el primer paso. Lo mismo sucede cuando intentas alcanzar tus metas, no es suficiente decir que lo harás, ya que aquí se cumple al pie de la letra la regla “más acciones y menos palabras”.
Un consejo que puedes seguir desde el primer momento cuando decides emprender es a no cerrarte a cualquier opinión o idea de una persona, bien sea, cercana a ti o no, debido que esto permitirá que tu cerebro analice sus propias ideas y la compare con la de los demás.
Igualmente, jamás te desconcentres, fija muy bien cuáles son tus objetivos y plantéate cumplirlos lo más pronto posible, recuerda que el tiempo vale oro.
