Cuando se trata de una inversión, son muchos los factores que se deben tomar en cuenta para comenzar con dicho proceso. Desde la cantidad de capital con la que se disponga, hasta la razón para invertir e incluso, aunque parezca extraño, la edad en la cual se va a realizar tal inversión.
Muchas personas piensan que durante toda su vida deben ahorrar con un solo fin: Para “casos de emergencias”, pero por muy acertado y responsable que sea salvar algo de dinero que puede llegar a ser útil ante cualquier situación fuera de lo normal, ¿por qué no utilizar una parte de ese dinero en una inversión?
Al invertir, ese dinero que tienes guardado, puede verse multiplicado considerablemente, dándote la oportunidad, no solo de tener más dinero en caso de una emergencia, sino de poder darte una mejor vida a ti y a los tuyos. Sin embargo, como ya hemos dicho anteriormente, son muchos los temas que se deben tratar y estudiar al comenzar una inversión, y una de estas es sin duda, la edad,
¿Cuándo es un buen momento para invertir? Esa es una pregunta que muchos emprendedores se hacen, y después de muchos estudios y años, se ha llegado a la conclusión de que la mejor edad para comenzar una inversión a largo plazo, son los 25 años. ¿Por qué? Muy sencillo, porque en ese punto de la vida, no se está ni muy temprano, ni muy tarde para ver los resultados de una inversión muy hecha.
Razones y ventajas para invertir a esa edad
Mientras estamos creciendo, nuestros padres nos inculcan la acción de ahorrar, lo cual hace que cuando cumplamos 18, y a partir de que encontremos nuestro primer empleo, le demos el valor al dinero y podamos guardar dinero poco a poco.
7 años después, esa cantidad de dinero es mucho mayor, sobre todo si se ha ido invirtiendo en cosas menores como carros o cualquier otro bien que pueda ser vendido luego de un par de años. De 5 a 7 años es una buena cantidad de tiempo para ahorrar y aumentar la cantidad de dinero, hasta llegar a un límite aceptable para comenzar con una inversión grande y a largo plazo.
Con 25 años, es mucho más probable que se tenga éxito en una inversión, pues todavía se cuenta con la cantidad de energía y tiempo suficiente para recomenzar un nuevo emprendimiento en caso de que el primero haya salido mal.
Siempre hay que recordar que invertir es un proceso laborioso y que debe realizarse con el asesoramiento de personas que manejen el tema y puedan guiarnos por el camino correcto. Con esto no queremos decir que a los 40 no se pueda invertir, pues si es posible hacerlo, lo realmente importante es contar con un buen colchón de dinero y las ganas para hacerlo.