Sin duda alguna un presidente digno de admiración por su trabajo y aún más por el tipo de persona que es, se le conoce por su gran carisma, humildad y honradez.
Este expresidente de Uruguay fue conocido también como el presidente más pobre del mundo pues marcó la diferencia entre un presidente político y un presidente del pueblo, en este artículo encontrarás varias enseñanzas que este expresidente nos ha dejado y que te ayudarán a ser un mejor líder.
Cercano a su pueblo
No todos los presidentes son cercanos a su pueblo y algunos no demuestran siquiera interes en esto, pero este expresidente siempre tuvo cercanía con su pueblo, esta misma cercanía era lo que le permitía conocer las necesidades del pueblo y demostraba que era una persona accesible y que no estaba por encima de los demás ciudadanos.
No fue pretencioso
La forma de vida de este expresidente daba mucho de qué hablar, conocía la importancia del dinero pero esto no era su jefe y lo demostró donando más del 90% de su ganancia como presidente a labores sociales, Pepe Mujica conservaba su finca de animales y plantaciones, además en varios discursos recalcaba que «hay que aprender a ser feliz con poco».
Humilde
Nunca le importaron los lujos aunque fuera presidente, tenía creencia en la igualdad de condiciones y en que nadie es más que nadie, aunque él tenía un cargo importante no se sentía superior a los demás y pensaba que el trabajo de los demás era tan importante como el suyo
Agradecido
Al expresidente también se le conocía por sus gestos de agradecimiento hacia el pueblo. “Querido pueblo, gracias por tus abrazos, críticas, cariño y, sobre todo, gracias por tu hondo compañerismo «, esto fue lo que dijo en uno de sus discursos.
